El Pirineo Aragonés prepara la llegada de Semana Santa

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Esta temporada ha sido inusual para los deportes de montaña, especialmente en Navidad, que solía ser la época más importante. El Pirineo Aragonés ha sufrido por la falta de nieve y las altas temperaturas, con el retraso en la apertura de las pistas de esquí.

A pesar de la falta de nieve durante las vacaciones navideñas, muchos esquiadores han tratado de practicar este deporte este invierno. Sin embargo, había pocos remontes abiertos, hielo en las pistas y ausencia de nieve artificial en la parte baja. Esta situación se ha dado en estaciones como Astún y Candanchú, donde la escasez de nieve ha sido evidente.

A pesar de la mala meteorología que ha limitado el número de kilómetros esquiables y la apertura de algunas estaciones en el Pirineo, el Grupo Aramón ha calificado la temporada de Navidad como «positiva».

El director general del grupo, Antonio Gericó, ha destacado el mantenimiento de las condiciones adecuadas para el esquí, lo que ha permitido mantener la ocupación turística en el Pirineo Aragonés durante la época navideña. Aunque la meteorología adversa ha afectado al esquí en toda Europa, el Grupo Aramón se muestra optimista con las próximas nevadas previstas.

Asimismo, desde la apertura de la temporada, el Grupo Aramón ha trabajado intensamente para asegurar la nieve caída y producida en condiciones adecuadas para el esquí en Formigal-Panticosa y Cerler, pero no ha podido abrir las estaciones de Javalambre y Valdelinares.

A pesar de esta situación excepcional, el balance de la temporada ha sido positivo gracias al trabajo diario de los equipos de montaña, que ha permitido asegurar el esquí y mantener un nivel de ocupación turística en los valles del Pirineo Aragonés en torno al 80% hasta principios de enero. Las actividades tradicionales en Navidad, como las bajadas de antorchas de Año Nuevo y Reyes y el après ski, han sido muy populares y han favorecido esta ocupación.

Sin embargo, tras la crisis que ha supuesto la navidad, el panorama ha cambiado y hasta hace una semana, el estado de las estaciones era muy favorable. Ahora, los centros invernales están inmersos en el último mes de la temporada. La Semana Santa llega a principios de abril y desde el Grupo Aramón han afirmado que la previsión de cierre en las estaciones es el 9 de abril, Astún y Candanchú no han concretado la fecha de cierre, dado que dependen de la meteorología de las siguientes semanas, aunque tienen previsión de cierre para el mismo día.

Finalmente, la temporada de esquí está finalizando, aunque quedan dos fines de semana para esquiar en pistas, con una previsión que puede traer una nueva capa de nieve a la cota más baja de las estaciones la semana que viene.

Por eso, a pesar de que ha sido una temporada de esquí extraña, las previsiones de Semana Santa aúnan un final de temporada de esquí satisfactorio y se espera una buena afluencia de esquiadores, noticia aplaudida por los alojamientos cercanos a las mismas, como son los hoteles en Jaca o los hoteles en Canfranc.

Esta semana, la lluvia ha llegado a las estaciones de esquí y ha interrumpido más de un mes de invierno con una meteorología perfecta. En un fin de semana de temperaturas elevadas y menor ocupación, los centros invernales mantienen la mayor parte de sus dominios esquiables y grandes espesores en cotas altas de más de un metro y medio de nieve. La previsión meteorológica cambia a partir del lunes con posibilidad de nevadas a 1.200- 1.500 metros de altitud, con lo que dejaría una nueva capa en las pistas.

Por eso, es importante reservar con antelación el alojamiento para Semana Santa, dado que la dificultad para encontrar un establecimiento donde hospedarse a pie de pista cada día es una labor más compleja, aunque existen alternativas como los hoteles cerca de Jaca o los pueblos del Valle de Tena.